26. jul., 2016

LA HISTORIA DE MAQUINISTA SAVIO

La estancia de don Alonso de Escobar

Esta localidad se encuentra ubicada en la antigua suerte de estancia de don Alonso de Escobar, donde se encontraba el "Mojón Histórico de la Isla de Escobar", punto de arranque de todas las mensuras realizadas en la zona a partir del siglo XVII

Parece que poco después que Escobar recibiera esta merced en 1582, retornó a Asunción del Paraguay, su ciudad natal, para reunirse con su familia compuesta por María Cerezo y tres hijos: María, Tomás y Margarita. Dos años más tarde, Margarita contrajo enlace con el capitán Francisco de Muñoz, el Mozo, así conocido en los primeros años de la fundación y regidor de la ciudad en 1605, recibiendo como dote de su esposa los bienes de su suegro, de acuerdo al siguiente reconocimiento: ”...y os casasteis con hija de Alonso de Escobar, poblador y conquistador que fue de ésta ciudad...., que no se os han dado mas tierras que las que don Alonso de Escobar os dio...”.

Muchos años mas tarde, una de sus hijas, Ana de Muñoz y Escobar esposa del sargento mayor Antonio de Azpeitía resultó heredera universal de la totalidad de esa estancia. En el año 1626, vendieron la mitad de los campos a Antonio de Silveira Gobea esposo de Isabel Cabral de Melo (propietarios además de tierras sobre la rivera del río Luján-tercera y cuarta suertes). Tiempo después la otra media estancia también pasó a pertenecer a Gobea. Este fue heredado por su hija legítima Gregoria de Silveira Gobea, quien siendo una mujer viuda y mayor se casó con Miguel de Riglos, diecinueve años menor. A la muerte de Gregoria en 1707, Riglos fue su  legítimo heredero, pero al final de su vida sufrió un quebranto financiero en sus negocios perdiendo gran parte de sus bienes, falleciendo en 1720.

Diez años mas tarde, todos sus campos, ubicados sobre la riberas sudeste del río Luján y de la Cañada de Escobar más la antigua estancia de Escobar, fueron rematados y adquiridos por el capitán Fermín de Pesoa, legendario personaje, muy hábil para los negocios, quien pese a su condición de mulato llegó a ser reconocido como un hábil comerciante llegando a integrar la “Ilustre Junta de Comercio de Buenos Aires”.

Pesoa donó la mitad de las tierras adquiridas a don Nicolás de la Quintana, yerno de Riglos, como un acto de gratitud a éste último por haberle dado la libertad de su estado de esclavitud,gunos años antes.  (ver Un Mulato Cuarterón de esta página Web)

En definitiva, Pesoa, mediante un arreglo de partes con Quintana quedó como único propietario de la estancia de Escobar (unas 2024 Ha.), las que luego donó a su hijo Francisco Vicente Pesoa. En el año 1772, éste último vendió dicha estancia a Marcos Galván. Alrededor del año 1780, 1/3 de dicha estancia (675 Ha.), estaba en posesión de Sebastián González, cuya hija Vicencia González (esposa de Mariano Beliera), heredó esos bienes. Alrededor del año 1825, este matrimonio llegó a poseer la mitad de las tierras de Escobar (unas 1.012 Ha.). Su casco de estancia, compuesto por dos ranchos dispuestos en “L”, se encontraban en el sector hoy ocupado por la plaza Islas Malvinas del pueblo de Maquinista Savio, quedando como mudos testigos de aquella época dos bicentenarios ombúes, aún en pié, en una de las esquinas de dicha plaza.

En cuanto a la otra media estancia (que contendría a los actuales barrios Beliera, Santa Brígida, Santa Teresita y Higth Land Park, fue adquirida alrededor del año 1711 por el alférez Diego González (familiar de los anteriores). Por el año 1852, esos campos fueron adquiridos por Juan Pedro Torres esposo de Eustaquia Gelves (prima segunda de los granaderos Luís  Antonio y Juan Mateo Gelves), matrimonio fundador de una dilatada familia del partido de Escobar.

Esas tierras se mantuvieron en poder de los herederos de Torres hasta principios del siglo XX y de Beliera, hasta mediados de ese siglo, en cuyos campos se formó el pueblo de Maquinista Savio.