7. ago., 2016

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HISTORIA DE SUS TIERRAS (1)

LA SUERTE DE ESCOBAR

La ciudad de Garín y los barrios que la circundan está emplazada sobre dos grandes fracciones de tierra denominadas, durante los siglos XVI y XVII, suertes principales y de sobras. La primera correspondió a don Alonso de Escobar, cuyo título fue otorgado por don Juan de Garay en 1582, tomando su nombre el curso de agua que las cruzaba (cañada de Escobar), también el mojón principal que marcaba el inicio de la suerte (mojón de la Isla de Escobar) y por extensión todos los habitantes que se encontraban ocupando campos desde la naciente de aquella cañada (localidad de Derqui), comenzaron a ser reconocidos como “vecinos de la cañada de Escobar arriba”. Los que se ubicaban entre aquellos y su desembocadura (los bañados del río Luján) como “vecinos de la cañada de Escobar abajo” (hoy localidades de Del Viso y Maquinista Savio) y los que se encontraban sobre la misma desembocadura, “vecinos del recodo de la cañada de Escobar” (localidad de Ingeniero Maschwitz).

La suerte de Escobar, se iniciaba en el antiguo mojón de la Isla de Escobar corriendo a la vera dicha cañada, con rumbo sudoeste, hasta  completar un frente de tres mil varas (2.598 m), conformando un fondo de nueve mil varas (7.794 m) con rumbo hacia los bañados del arroyo Las Tunas.

LA SUERTE DE SOBRAS

En cuánto a la otra fracción conocida en principio como suerte de sobras, correspondió a don Francisco de Muñoz, yerno de don Alonso de Escobar, por merced otorgada, en 1601, por el Gobernador don Francisco de Viamonte y Navarra. Esta suerte de sobras, como bien dice la palabra, eran las tierras de sobras que se encontraban entre los fondos de las suertes principales, muchas veces con especificación de limites muy difusos y sin determinación de medidas, que dieron como resultado largos litigios en los siglos venideros. En lo que concierne a nuestro partido, ésta suerte de sobras, se dividió a fines del siglo XVIII en dos grandes fracciones de iguales dimensiones, ambas con frente  a la Cañada de Escobar y con fondos hacia el arroyo Las Tunas, conocidas como las estancias de Pereyra (a) y de Benavídez (b).

a) La estancia de Pereyra: El primer  desmembramiento se produjo a partir del año 1686, luego de un largo pleito entre los Capitanes Juan Herrera y Hurtado y Luís del Aguila contra el Tte. Francisco de Pereyra, litigio que fue llevado a la Real Audiencia de Charcas, la que recién produjo un fallo favorable a Pereyra diez años más tarde. Las tierras en cuestión  tenían 3.000 varas de frente por 12.000 de fondo, unas 2.670 Ha.. En el mismo año de finalización el juicio, Pereyra vendió los campos que daban sobre los bañados del arroyo Las Tunas (hoy barrios de Gran Bourd), quedándole al vendedor una nueva fracción de igual frente pero por 9.000 mil varas de fondo, unas 2.024 Ha.

 b) La estancia de Benavidez: La segunda fracción (fuera de la jurisdicción de Garín), tiene una evolución que se inició por la misma fecha que la anterior y culminó en el 1703, año cuando los esposos Luís de Avalos y Mendoza y María del Aguila vendieron a don Juan de Benavídez una estancia similar a la anterior (3.000 varas de frente por 12.000 de fondo), que en medidas actuales corresponde a un campo de 2. 670 Ha. Estas tierras están hoy ocupadas por las localidades de Ingeniero Maschwitz, Benavídez y parte de algunos barrios de Gral. Pacheco, ubicados antes del arroyo Las Tunas.

LA ESTANCIA DE PEREYRA

En principio, este gran campo de 3.000 varas de frente por 9.000 de fondo, unas  2.024 Ha., el que por acción de las sucesivas compras, ventas, sucesiones y testamentarias, se fue fraccionando en áreas de menores dimensiones, con variación en sus frentes pero manteniendo siempre sus fondos de 9.000 varas. A continuación se consignan las principales ventas que subdividieron esta estancia, campos que quedaron en  poder de las tres familias más antiguas del lugar: Los Garín, los Beliera y los Díaz.

 Las tierras de los Garín

 En 1713, el Cabo de Escuadra don Simón Pacheco adquirió una estancia de 780 Ha. (900 varas de frente por 9.000 de fondo), las que a su muerte correspondieron a su única hija Francisca Javiera Pacheco, quien esposó en segundas nupcias al Capitán José Antonio Garín. En el año 1788, estas tierras fueron heredadas por los cinco hijos del matrimonio Garín Pacheco. Este campo se ubicaría entre estos actuales límites: el arroyo Escobar; calles José Hernández (Ing. Maschwitz) y sus continuaciones Pablo Lamberti, Tierra del Fuego y Pablo Marín, hasta su intercepción con la Av. de los Constituyentes y de ésta hasta la ruta Panamericana (Garín).

 Las tierras de los Beliera

 En el año 1784, don Juan Beliera compra a Silverio Román un campo de 1.000 varas de frente por legua y media de fondo hacia los bañados del río Luján, unas 2.024 Ha. La totalidad de estos campos luego fueron parte de la estancia de Villanueva (1889) y, desde 1910, están ocupados por parte del pueblo de Ingeniero Maschwitz.

En el año 1744 primero y 1797 después, Beliera vuelve a comprar dos campos con frentes a la Cañada de Escobar, sumando a su haber 350 varas más, los que fueron heredados por sus bisnietos Cecilio Ramón Beliera y hermanos.

Nota del autor: con la construcción del ramal ferroviario Victoria-Zelaya, una porción de esas tierras fueron confiscadas para la construcción de la estación Garín, cuya escritura traslativa de dominio entre el Ferrocarril Central Argentino y los hermanos Beliera se firmó el 19 de junio de 1893.

A continuación de aquellas tierras, comenzaban los campos los Díaz y luego de los Olivares. Estos últimos venden, en sucesivas oportunidades, gran parte de sus tierras a los Beliera, quienes también lograron anexar campos por herencia de Vicencia González esposa de Mariano Beliera y, otras por compras efectuadas a los Ballejos, logrando un patrimonio cercano a las 2.000 Ha., tierras que se mantuvieron en poder de esta familia hasta casi finales del siglo XIX, donde comienzan a desmembrarse por acción de la heredad y casi en su totalidad a mediados del siglo siguiente, primero con la creación de los barrios Alta Vista y Acacias Blancas (1945) y luego con el nacimiento del pueblo de Maquinista Savio (1960).

Nota del autor: sobre parte de esos campos se construyó la parada ferroviaria Km. 48, habilitada al servicio el 19 de diciembre de 1960. Este hecho marcó el nacimiento del pueblo cuyo crecimiento demográfico se potenció con los sucesivos loteos. Finalmente, con fecha 24 de marzo de 1968, la empresa ferroviaria impuso el nombre de Maquinista Savio a la parada Km. 48, denominación que por extensión también adoptó el pueblo.

Las tierras de los Díaz

En el año 1750, Antonio Díaz se estableció con su familia en un campo de 705 Ha., herencia, posiblemente de su esposa Inés López de Viveros (*1729), pues esas tierras eran parte de una gran estancia de 2.338 Ha., propiedad de sus abuelos el alférez Tomás López de Viveros y Ana de Lumbida, matrimonio asentado en la Cañada de Escobar desde principios del siglo XVIII. Este campo, lindero con los de Garín y los de Beliera, se mantuvo en poder de los Díaz hasta finales de siglo XIX y, hoy son parte de populosos barrios garinenses.